16 sept 2011

el arma del amor

Te vi venir, te vi pasear como si nada por la calle, te vi desde aquella ventana, te vi abrazado de alguien que no era yo. Y me arruinaste por dentro, me hiciste malgastar una lágrima que no te mereces. Me dejaste sin aliento, sin ganas de nada, sin sentimientos ni ilusiones. Grité, grité fuerte para que volvieses, no me escuchabas y no pude hacer nada. Observe tu mano, tu preciosa mano de la que pasé agarrada el tiempo suficiente para enamorarme de ti, y no vi aquella pulsera que un día tonto te regalé, y tu sonreíste y me prometiste llevarla siempre, conmigo y por mi. En ese preciso momento pude darme cuenta de que ya no eras mio, de que hacía ya varios días, me quitaste la mirada sin besos ni abrazos con los que desafiaba al mundo. A si que no veía el momento de verte de nuevo por el colegio abrazándola a ella, y poder pasar de ti como la peste, poder hacerte ver que me hiciste ir a lo mas profundo, porque no veo el momento de verte llorar por mi. Y entonces fue cuando me di cuenta de que nunca lloraste por mí, nunca sufriste por lo que realmente creías querer o amar.

Pues confiar en lo desconocido esta mal visto. Que rehiciste tu vida mientras yo me hundía en un mar de recuerdos. Y a ti no te importaba, solo te fijabas en el canalillo de tu nueva conquista. Porque la vida es así, así es.

-Porque aveces no es bueno abusar de los sueños.


-Anónimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario